Villaescusa de Palositos, trece años reivindicando

Han pasado ya trece años desde la primera Marcha de las Flores. Un pequeño grupo de hijos y descendientes de Villaescusa pusieron en marcha una iniciativa, a celebrar a mediados de mayo, con dos propósitos; por un lado depositar unas flores y rezar un responso a los que hoy descansan en su cementerio y por el otro reivindicar el paso libre por los caminos que llevan a Villaescusa. Ambas cosas no se consiguieren en esta primera marcha, cuando llegaron a la verja que cierra el paso a la finca se la encontraron cerrada a cal y canto, intentaron entrar pero la Guardia Civil lo impidió y allí mismo dejaron sus flores. Volvieron al año siguiente y al otro y al otro… pero ya la puerta estaba abierta y pudieron y hoy pueden llegar hasta el cementerio y visitar la iglesia.

Aprovechando la jornada, suben hasta el pequeño altozano donde se encuentra la bella iglesia románica del siglo XII-XIII en un lamentable estado de abandono y de dejadez por parte de quienes corresponda. En los últimos años el deterioro es aún más palpable; por ejemplo se ha desprendido toda la piedra que cubre el lienzo de poniente dejando a la intemperie el calicanto interior, no hay techumbre (se perdió hace muchos años) y la torre del campanario amenza con caer en cualquier momento.

Hace unos días fui invitado a intervenir en el Hoy por hoy de Ser Guadalajara dentro del espacio El Rincón Verde que conduce Fernando Santander. Se me pidió una valoración de la Marcha de las Flores y de sus dos reivindicaciones. Evidentemente no desaproveché la ocasión para denunciar la doble «tropelía» que se está produciendo: por un lado la usurpación ilegal de los caminos públicos que pasan por Villaescusa de Palositos: a saber, el de Torronteras, Hontanillas, Salmerón, Escamilla, La Puerta, Viana de Mondéjar, el de Peralveche denominado en el Catastro como Camino Real y por supuesto el de la Ruta de la Lana (Camino de Santiago).

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El segundo desmán lo dedicamos a la iglesia parroquial de la Asunción y su lamentable estado de abandono. En 2012, siendo presidenta de Castilla-La Mancha María Dolores de Cospedal, se declaró el edificio como Bien de Interés Cultural (BIC) ya «que con esta declaración de BIC se preservará el bien y su entorno para poder ser disfrutado desde el punto de vista visual y protegerlo de cualquier agresión urbanística o de cualquier otro tipo«, informaba en rueda de prensa el que fuera consejero de Presidencia y Administraciones Públicas (AAPP), Leandro Esteban. De esto nada ha ocurrido, es más hubo partidas presupuestarias y nada se hizo y nada se ha hecho hasta el momento.

Es inaudito que nuestras autoridades políticas, comenzando por la cabeza del gobierno regional el Sr. García Page; su consejero de Educación y Cultura, Ángel Felpeto; el delegado de la Junta en Guadalajara, Alberto Rojo; y los partidos políticos como el PP o PSOE, no hayan levanto ni un solo dedo por este bello ejemplar del románico que vemos como día a día se está desmoronando y para que de una vez por todas se cumpla la ley tanto para que el camino a Villaescusa que expedito y el paso sea libre y se haga una actuación rápida en el edificio.

Este sábado, como hago desde hace algunos años, he asistido a la Marcha de las Flores, y siempre por dos razones, una para reivindicar el paso libre por sendas y caminos y otra para ver con mis propios ojos como se encontraba la iglesia, ya que tras el periodo de lluvia intensa y de nevadas de los últimos meses temía que el muro de poniente hubiera cedido y caído definitivamente. Por fortuna esto aún no ha ocurrido, la iglesia aguanta y se mantiene en pie.

Para llegar a Villaescusa solo hay que entrar en la web de los Amigos de Villaescusa de Palositos donde con fotografías se explica perfectamente. El punto de partida suele ser las Casas de San Román, una finca a la que se llega por un camino de buen firma que parte desde el pueblo de Peralveche. La mañana invitaba a caminar, no hacia frío y ni tampoco calor. En casi una hora recorrimos los tres kilómetros largos que nos separan hasta los restos del pueblo. Allí en la plaza tuvo una palabras de agradecimiento el presidente de la asociación convocante Marcos Guijaro, a todas las personas y entidades que apoyan estas marchas reivindicativas (este año se han sumado mas de 30) y también aprovechó para entregar el título de socio de honor al ayuntamiento de Salmerón, que recogió su alcaldesa Teresa Balcones Orcero.

Después una visita al cementerio donde se rezó un responso por las personas que allí están enterradas y se plantaron cuatro cipreses, uno en cada esquina que recordaran a las generaciones venideras estas jornadas.

Lo más esperado, la visita a la iglesia: aparentemente los temporales no habían hecho mella en el edificio, aunque alguien, quizás por precaución, puso una cinta amarilla impidiendo acercarse a la torre del campanario. El lienzo que pensaba que podría estar en el suelo ha aguantado bien el invierno. Unas fotos y regreso a las Casas de San Román para continuar viaje por otros lugares de la geografía provincial.

Estas son algunas fotos de la jornada:

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