Uniendo dos pueblos, de Durón a El Olivar

Siempre que tengo noticias de que en algún pueblo se están recuperado sendas y caminos antiguos, no puedo por más que alégrame y si me es posible, acompañarlos en algunas de estas “quedadas” que las gentes del lugar hacen para caminar por su término municipal, al tiempo que los dan a conocer a propios y extraños

Este ha sido el caso de Durón. Hace unos días me llamo su alcalde, Juan Ramírez, persona muy concienciada por la recuperación de caminos y senderos en Durón, para invitarme a realizar con los duroneros una ruta senderista entre Durón y El Olivar; conozco la zona, la he pateado muchas veces, y son varias de las rutas que se pueden hacer, le pregunté que tenían previsto hacer contestándome que se subiría El Olivar por el viejo camino, ya en desuso y muy abandonado.

Partimos desde la plaza de Durón una treintena de personas dispuestos a caminar unos 10 kilómetros entre ida y vuelta; antes de partir nos hicimos la foto de grupo. El grupo atravesó las calles de Durón y caminamos algo menos de un kilómetro por la N-204 hasta llegar una curva donde continuamos por un buen carril, ya empezaban las cuestas y la subida real a El Olivar.

Esta ruta coincide con la señalizada “Por los caminos de El Olivar y Durón”, incluida en el libro Caminos de la Alta Alcarria y diseñada por Caminosdeguadalajara hace unos años. Además de la ruta del Viaje a la Alcarria señalizada con balizas por parte de la Diputación Provincial de Guadalajara. Algunas de estas balizas nos las encontraremos en el camino.

El día era bueno, aunque apretaba un poco el calor, pero que de vez en cuando hacíamos alguna paradita para tomar aire y de paso contemplar las vistas del valle del Tajo. Hay que destacar que la senda esta mal conservada y con muchas piedras que dificultaban el caminar. (A la alcaldesa de El Olivar la comente que sería interesante que pidiera que la Diputación Provincial que repara el sendero, ya que es ruta de Viaje a la Alcarria).

Cruzamos olivares y bosques de zumaque, una planta que es bastante aprovechable en la medicina natural. Posee muchos usos medicinales; tanto sus raíces como sus hojas y fruto son muy útiles para tratar diversas enfermedades.

Su principal fuerte son los taninos, ya que contiene muchos de ellos, y es gracias a esto que funciona muy bien para tratar diarreas, hemorragias y otros problemas. En esta época del año la planta comienza a cambiar de color y tiñendo sus hojas, pasando del verde a tono rojizos

Con tranquilidad, aprovechando el día, seguimos subiendo hasta llegar a la parte baja de El Olivar, pasando junto a la Fuente de Abajo y el lavadero. De trata de una fuente monumental, construida en piedra y con buen porte que siempre mana agua.

Callejeando llegamos a la plaza, al Restaurante Moranchel, donde el Ayuntamiento de Durón nos obsequió con un contundente almuerzo, compuesto por migas con huevo y lomo de orza, delicioso. Con este almuerzo y el descanso, pocas ganas había de segur caminando para hacer el regreso, pero el senderismo es esfuerzo y sacrificio y decidimos continuar nuestros camino.

El Olivar se asienta en el margen derecho del rio Tajo y pertenece a la Comarca de la Alcarria. Al fondo tenemos el bello embalse de Entrepeñas que le otorga unos parajes únicos. Esta tierra es rica en la producción de aceite y en su casco destaca la Plaza Mayor y la iglesia de La Asunción.

Merece la pena sentarse un rato en la plaza para admirar en su conjunto sus casas con soportales y de arquitectura tradicional alcarreña. Sobresale en ella la construcción de la iglesia de la Asunción, que alberga en su interior un maravilloso altar pintado al fresco y unos espectaculares retablos barrocos del siglo XVIII.

Hay que ver la ermita de la Soledad, del siglo XVI y la picota, del siglo XVII, catalogada como Bien de Interés Cultural, son pasos obligados durante su parada.

Antes de iniciar el camino de vuelta, decidimos acercarnos hasta el precioso mirador de El Olivar, quizás es uno de los miradores mas bonitos de la provincia con vistas al valle del Tajo remansado en Entrepeñas, con las Tetas de Viana al fondo; un lugar para perderse durante unas horas.

Reagrupados todos los senderistas, al que se nos añadió un grupo senderista de Alcalá de Henares, iniciamos el camino de regreso a Durón por la misma senda por la que habíamos subido, pero esta vez prestando más atención a nuestros pasos para evitar una mala caída.

Por el Olivar transita la ruta «El garduño de Cela«, una prepuesta senderista que desde caminosdeguadalajara diseñamos hace un par de años para recorrer y conocer esta parte de la Alcarria de Cela, entre Durón, Budia y El Olivar. Es una ruta que aconsejamos hacer, pues no es muy larga y se puede realizar en una mañana.

Ya en Durón, satisfechos por haber hecho una jornada senderista, decidimos buscar otros rincones de la provincia en otoño.

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